Los Chachapoya(s)
A la llegada de los españoles en el siglo XVI, los chachapoya(s) constituían una de las muchas naciones que integraban el "país de los íncas". Su incorporación al Incario no había sido fácil, debido a los brotes de resistencia que éstos ofrecieron una y otra vez a las tropas incaicas.
Se desconoce el significado de la palabra chachapoya(s). De ser voz quechua, podría acaso provenir de sacha-p-colla(s), que podría equivaler a " gente colla moradora de la floresta" (sacha=silvestre, p=(del), colla=nación de habla aimara).
Ubicación: El territorio de los Chachapoya(s) era extenso. Comprendía el espacio triangular que conforma en la zona de Bagua la confluencia de los ríos Marañon y Utcubamba, hasta la cuenca del Abiseo donde se levantan las ruinas chachapoya(s) de Pajatén, prolongándose todavía más al sur, acaso hasta el Chontayacu.
Su área corresponde a una región que, siendo cordillerana por su relieve, se caracterizaba por estar cubierta por densa floresta tropical. Por lo mismo, vista en términos generales, viene siendo denominada Andes Amazónicos, en sustitución de la antigua e imprecisa terminología de "montaña".
Chachapoyas es la cuna de uno de los más ilustres precursores de la independencia nacional, como ejemplo tenemos a Toribio Rodriguez de Mendoza. Sacerdote, maestro y tribuno, formo en las ideas revolucionarias a una generación de patriotas.Cultura Chachapoya(s)
De la cultura chachapoya(s) quedan innumerables restos arquitectónicos, como Cuélap, Congón(sitio rebautizado con el nombre de Vilaya), Olán, Purunllacta (sitio rebautizado con el nombre de Monte Peruvia), Pajatén, etc.
El modelo arquitéctonico chachapoya(s) se define por la tendencia circular de las construcciones, de mampostería de piedras regulares; por ir levantadas sobre plataformas construídas en pendientes; y por estar sus paredes, en ciertos casos, decoradas con figuras simbólicas. a lo expuesto hay que añadir el carácter ciclópeo de algunos monumentos como Cuélap y de conjuntos integrados por numerosos recintos, como por ejemplo Olán.
Podría señalarse que las construcciones chachapoya(s) se remontan al siglo IX o X, y que la tradición arquitectónica que les corresponde siguió vigente hasta la llegada de los españoles a su territorio en el segundo tercio del siglo XVI, con las excepciones de aquellas construcciones erigidas por los incas empleando su propio estilo, como es el caso de las ruinas de Cochabamba en el distrito de Leimebamba.
También la presencia de dos patrones funerarios son característicos de la cultura chachapoya(s) . Uno de ellos está representado por sarcófagos, colocados verticalmente y emplazados en grutas excavadas en lo alto de los precipicios. El segundo tipo lo conforman grupos de mausoleos; es decir "mansiones de difuntos" construidas como si se tratase de viviendas diminutas, emplazadas en grutas labradas en los acantilados.
En cuanto a la cerámica chachapoya(s) , está no alcanzó el nivel artesanal de la mochica o nazca; sus cantaritos están frecuentemente decorados con motivos acordonados. En lo que se refiere al arte textil, las telas no eran por lo general coloreadas más que de rojo, un tejido monumental, procedente de las inmediaciones de Pajatén, muestra estar pintado con figuras de ave. También los chachapoya(s) solían pintar sus paredes, como lo revela una muestra soberbia presente en San antonio, provincia de Luya, y que escenifica una danza ritual de parejas asidas de la mano.
Principales testimonios culturales
Sarcófagos: Están conformadas por grandes càpsulas antropomorfas hechas de arcilla mezclada con palos y piedras. Sólo la cabeza y parte del pecho son compactos. Tanto cuerpo como cabeza están decorados con pintura roja de dos tonos, aplicada sobre una base blanca, la forma antropomorfa ha sido sólo dada en cuanto a los contornos del cuerpo humano, sin que se plasmen las formas correspondientes a las extremidades. Hay que remarcar que la cabeza del sarcógafo ha recibido tratamiento escultórico, y que el rostro es el resultado de copiar en arcilla máscaras funerarias originalmente hechas de una tabla de madera, recortada en media luna para figurar la mandíbula.
Los Mausoleos de Revash y otros: Semejan pequeñas viviendas y conglomerados de las mismas, formando "pueblos" en miniatura. Por esta circunstancia y por su emplazamiento en fallarones, las casas funerarias de Revash muestran un curioso parecido con las Cliff-houses de Colorado. Pero estas semejanzas son sólo accidentales y la función que correspondía a ambas era también distinta. Las casas funerarias de Revash presentan cornisas y sus paredes aparecen coloreadas con figuras; en otros casos, los motivos son excisos. Predomina el rojo, color con el que fueron figurados felinos, camélidos americanos, personas, círculo bicolores y otras imágenes difíciles de definir.
Pintura Mural: Pintura ejecutada sobre un muro. Además, sus trazos son muy distintos a los típicos utilizados por el arte rupestre; lo que puede advertirse por el alto grado de naturalismo con que fueron pintados los rostros de los personajes.
Cuélap: Las ruinas de Cuélap, que se encuentran a 3000 msnm, se caracterizan por su condición monumental. Están constituídas por una gran plataforma orientada de sur a norte, que se asienta sobre la cresta de una roca calcárea y cuya construcción debió demandar esfuerzos físicos de grandes proporciones. La plataforma se extiende a lo largo por casi 600 m y sus muros se elevan hasta los 19m.
Los Aguarunas
Su verdadero origen es aún un misterio. De acuerdo con las características raciales de la mayoría, algunos antropólogos suponen que bajaron del Ande hace siglos y se adaptaron a las condiciones geográficas de la región. Siempre tuvieron fama de valientes guerreros, destacando por su habilidad en la lucha. Físicamente existen diferencias entre los aguarunas y los demás habitantes de nuestra selva, su estatura media es mayor sobre todo entre los hombres y su constitución física denota fortaleza.
Los aguarunas manejan una cultura material e ideológica tradicional, y se comunican entre sí en su propia lengua, existiendo al respecto el vocabulario aguaruna del Amazonas.
Tradicionalmente han funcionado como una población seminómada, debido a la pobreza del suelo agrícola y a la tecnología agraria tradicional sumamente elemental, lo que trae agotamiento de las tierras. Dentro de la caza mayor los nativos obtienen piezas de sajino, huangana, tapir americano, etc. Tal actividad la realizan con una lanza perfeccionada con pijuayo (palmera de madera muy dura) y la cerbatana. Actualmente se usa también una escopeta. De las piezas de cacería utlizan la carne, el cuero, las pieles, las plumas. los dientes y los huesos; es decir una doble finalidad: alimenticia y, además, artesanal, medicinal y de brujería. Otra actividad de los aguarunas es la recolectar frutos silvestres de algunas palmeras, de árboles y de algunos arbustos.